Llega la temporada de bodas y las novias hacen todo lo posible por lucir radiantes. Vestido, maquillaje y peinado son sus prioridades
Modelos en el desfile de Pronovias. EFE
“El vestido es importante, por supuesto. Pero también es importante el color de la piel y el matiz del maquillaje que debe realzar la belleza de la novia, jamás disfrazarla”, explica la estilista Charo Palomo, directora del taller de peluquería y maquillaje “Atelier Charo Palomo”.
Para Ángela Navarro “el maquillaje y el peinado se debe elegir en primer lugar y, en función de ellos, el vestido y no a la inversa, como suele ser habitual”.

“El maquillaje y el peinado se debe elegir en primer lugar “

Son muchos los protocolos de belleza que necesita una mujer para dar el “sí quiero”. Desde un dorado bronceado hasta la eliminación de la celulitis, pasando por la reducción de algún kilo de más o la depilación del vello.
Rutinas que requieren una programación, una agenda de belleza que le permita llegar a tiempo al altar sin ser arrollada por el estrés.
Según la esteticista Felicidad Carrera, en esa agenda se debe anotar citas tan importantes y básicos como la prueba del peinado y del maquillaje, tratamientos de oxígeno puro o la higiene profunda de la piel.

Piel bronceada

Autobronceado exprés en cabina, manicura y pedicura personalizada, blanqueado dental o infiltraciones de ácido hialurónico, masajes manuales que drenan y remodelan, depilación láser o dietas detox son algunos de los tratamientos que ayudan a la novia a estar radiante.
“Treinta días antes de la boda, es importante realizar una limpieza profunda de la piel y dos semanas antes un tratamiento de hidratación extrema con oxígeno”, advierte Felicidad Carrera.

 Pelo suelto o recogido

¿Pelo suelto o recogido? Parece una respuesta sencilla, “pero es la decisión complicada de la novia junto con el vestido”, asegura Charo Palomo, quien apunta que “el diseño del vestido es un factor definitivo a la hora de marcar el peinado”.
Quince o veinte días antes se deben ultimar el peinado y se debe repasar el corte y detalles como reflejos y mechas para aportar luminosidad, volumen y movimiento al cabello.

Con el pelo y el maquillaje, mejor no hacer experimientos

“A la hora de elegir el peinado y el maquillaje se deben de tener en cuenta las facciones del rostro, el estilo del vestido y el escenario elegido”, indica Charo Palomo quien asegura que “para esa día tan especial es mejor no hacer experimentos y evitar llevar algo que no vaya con la personalidad de la novia”.

 En buenas manos

Es importante acudir al centro de estética de confianza y diseñar una serie de tratamientos en función del estado y tipo de piel, “para que la novia pueda lucir una piel radiante, luminosa y bonita”, cuenta Felicidad Carrera, quien aconseja “empezar con más de tres meses de antelación en los casos en los que sea preciso mejorar la figura”.
Dos días antes de la boda es el momento de dorar la piel con una ducha corporal de autobronceado y de diseñar las cejas. “Lo ideal es dejarlas crecer libremente durante un tiempo antes de darles la forma deseada”, indica la especialista.
Además del maquillaje, color de las sombras y dos manos de máscara de “rimmel”, las extensiones de pestañas son otra opción para agrandar la mirada.
Algunas novias optan por teñir sus pestañas para que esas temidas lágrimas de emoción no arruinen el maquillaje. Maribel Yébenes recomienda rizar y teñir las pestañas para realzar la mirada, incluso poner extensiones que pronuncien su curvatura, “eso sí, siempre muy naturales, sin artificios”, puntualiza.
Ningún detalle debe pasarse por alto EFE/Susanna Saez

Un intensivo de belleza

El proceso de aplicación, en el que se coloca una a una, pelo a pelo, es indoloro, y altamente relajante, durante el cual las pestañas de fibra de alta calidad son aplicadas, colocándolas para conseguir imitar, mejorar y extender las propias naturales.
A pesar de los preparativos de última hora, Felicidad Carrera recomienda a la novia que haga un hueco en su agenda para realizarse un tratamiento intensivo de belleza que incluya un protocolo de luminosidad con velo de colágeno, un tratamiento corporal hidratante y la belleza de manos y pies.
De tal manera que, el mismo día de la boda, la novia solo tiene que ducharse, hidratar la piel y esperar a que la maquilladora haga su trabajo.
Por último, una bonita sonrisa implica lucir una dentadura en armonía y blanca. La clínicas Den propone un blanqueamiento dental con luz LED, un tratamiento que también elimina imperfecciones y manchas producidas por medicamentos o bien por causas extrínsecas como el té, café, infusiones, cigarrillos y vino tinto, entre otras sustancias. EFE
Por: CARMEN MARTÍN
Agencia EFE