La moda futurista llega pisando fuerte para 2015
Las siluetas “retrofuturistas” y los materiales tecnológicos son los ejes de la próxima temporada. Con su habitual ansiedad por la anticipación, la pasarela da un paso más allá esta temporada y ubica sus prendas en un escenario marcado por la estética de la ciencia ficción, las siluetas retrofuturistas y los materiales tecnológicos, a medio camino entre el telar y el laboratorio.
¿Cómo será la moda del futuro? Esta pregunta fue una constante en la década de los setenta, cuando las propuestas de Paco Rabanne y la geometría de Pierre Cardin trataron de abrir una ventana a un futuro incierto, que según las predicciones estaría marcado por la conquista del espacio y los nuevos mundos.
El legado de aquel movimiento y el auge del género de ciencia ficción en cine y literatura actual ha impregnado de distinto modo las propuestas de la última edición de la pasarela parisina, desde las decanas Louis Vuitton y Christian Dior, a las más jóvenes Anrealag o Corrie Nielsen.
Vuitton dibuja un elegante futurismo
Nicolás Ghesquière ha presentado su tercera colección para la firma Louis Vuitton, una de las casas más emblemáticas que cada temporada se enfrenta al cometido de mantener vivo su espíritu, sin perder el ritmo marcado por la modernidad.
En busca de este futuro incierto, el diseñador francés ha trasladado el desfile a la nueva fundación de la firma, diseñada por Frank Ghery, cuyo perfil rememora una nave espacial. En ella ha desfilado un majestuoso repertorio de vestidos cortos con aires “sesenteros”.
El experimento interestelar del diseñador francés ha recuperado la estética de la ciencia ficción cinematográfica con mangas cortas de hombros construidos, rayas diagonales o perpendiculares y largas cremalleras centrales. Todo ello en prendas compuestas por filamentos trenzados, que asumen un elegante futurismo de texturas y dibujos en relieve.
La nave Dior viaja del siglo XVIII al futuro espacial
Con un lenguaje que combina los códigos de siglos pasados con el porvenir, el diseñador belga Raf Simons emprendió un viaje experimental que combina la riqueza de Versalles con un futuro de escenario espacial.
Un juego de espejos recibía a un público sentado en círculo, como si de las huellas de un platillo espacial se tratara. El viaje comenzó con una primera parada en conjuntos interestelares construidos en inmaculado blanco, pantalón pitillo de cintura alta y blusa sin mangas.
A continuación, Simons revisó el “traje a la francesa”, con una versión más cómoda de la falda abullonada, estampada con minúsculos motivos y combinada con sencillos “tops” de punto de tirantes, para aterrizar en una serie de casacas estructuradas, sin mangas, en fucsia, naranja, azul cielo u marino.
Corrie Nielsen revisa las claves futuristas
El metacrilato, el látex o las formas redondas fueron en los setenta la quintaesencia de la moda futurista, una tendencia que la diseñadora estadounidense afincada en Londres, Corrie Nielsen, recupera en siluetas curvilíneas extraídas de escenarios de “‘Blade Runner” y “The Jetsons”.
La diseñadora ha dado la vuelta a los cimientos del vestido, que en sus manos se convierten en cilindros acolchados, en ocasiones acompañados por anillos de Saturno, que giran en torno a las piernas y quedan suspendidos sobre un tejido transparente.
Con una silueta despegada del cuerpo de la mujer, y teñidos del color bronce y los brillos anacarados que reflejan las naves espaciales, la diseñadora quiso rendir homenaje con esta colección a la mujer de lo setenta, por su contribución al mundo tal y como es hoy en día.
Es difícil adivinar lo que el futuro depara a la pasarela, pero la firma japonesa Anrealage, fundada en 2003 por Kunihiko Morinaga, ha dado un paso al frente, con un experimental debut de prendas sensibles a la luz, que se transforman en vivo y en directo.
La diseñadora asiática ha propuesto una majestuosa selección de vestidos para su primer desfile en París que, tras una veintena de segundos de exposición, “graba” en el tejido el juego de luces y sombras de la iluminación.
Estas experimentales piezas dejaron paso a sinuosas gabardinas de encaje y piezas que se debaten entre la identidad clásica y lo “punk”, y las simetrías imposibles.
Libre Coco Chanel
Karl Lagerfeld reina en París, y como tal, su abanico de tendencias oscila temporada tras temporada en su propio gusto. El kaiser deja el futurismo a casas más experimentales, y para su decana firma opta por la explosión de color y las siluetas extraídas de las revoluciones de los setenta.
Chanel transformo la pasarela en las calles de París y las modelos en manifestantes que gritaban “Feminismo, no masoquismo” o “No estoy de rebajas”, una controvertida puesta en escena vertebrada en torno al representativo tweed de la casa en chaquetas largas -casi hasta la rodilla- de manga corta, combinados con pantalones pesqueros con vuelta.
Faldas “evasé” por la rodilla y un especial protagonismo de las blusas, conformaron parte del uniforme del ‘girl power’ revisitado por el decano diseñador, que tras treinta años al frente de la mítica casa francesa, trata de reinventarse temporada tras temporada sin miedo al qué dirán. EFE
Por: CELIA SIERRA de AGENCIA EFE