Del lujo discotequero de Alvarno al deportivo de Felipe Varela
Si Alvarno ha sorprendido con una colección joven, enérgica, de lujo discotequero, Felipe Varela se ha atrincherado en un lujo de corte clásico que ha impuesto en prendas de aire deportivo, según se ha visto hoy en los primeros desfiles de la cuarta jornada de la pasarela madrileña
Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, dúo creativo de la firma Alvarno, han vuelto a la pasarela madrileña con una nueva propuesta vibrante, enérgica y colorista con el lujo como denominador común. “Queríamos sorprender con una colección potente, que mostrara a una mujer que se lo ha pasado genial en la discoteca”, ha explicado aMaillard.
Y esa mujer trasnochada, sin apenas maquillaje y el cabello muy natural, defiende una estética en contradicción. Por un lado, tejidos fluidos con motivos geométricos, por otro, tejidos futuristas y texturas que mantienen una conversión fluida entre motivos florales, brillos y estampados de pantera y cebra.
Atractivos han resultados los vestidos de neopreno confeccionado en nido de abeja que se aderezaban con encajes artesanales teñidos a mano y degradé, “bordados hechos a mano que recrean la cultura de España”, ha dicho Maillard.
La geometría en cortes y en tejidos creando estructuras y fluidez a la vez son una constante en el trabajo de esta pareja que apuesta por escotes vertiginosos con volantes etéreos y espaldas descubiertas con exageradas aperturas que se presentan como si la prenda estuviera desabrochada en un descuido.
Las espaldas, los nuevos escotes
“Las espaldas son los nuevos escotes”, asegura Álvaro Castejón, quien reconoce que esta colección tiene un 90 por ciento de novedad y un 10 por ciento revisitación a sus clásicos.
Entre las novedades, destaca el pantalón cargo en versión sofisticada, que se combina con potentes top, algunos de ellos de tul con cola bordada con cristales y lentejuelas de colores.
En una paleta cromática compuesta por amarillo, naranja, verde, blanco y negro reside la fuerza de una colección teñida, además de emoción, seducción y exhuberancia que se realza con importantes collares tamaño XXL, firmados por el Mito de Gea y divertidos y tocados de Tolentino.
El diseñador de cabecera de la reina Letizia, el lujo contenido
El lujo de Felipe Varela es distinto: serio y contenido. Como en la edición anterior, Valera, el diseñador predilecto de la reina Letizia, ha mantenido el misterio de su colección y también de su imagen como si fuera un secreto de estado, aunque en esta ocasión ha querido ser un poco más flexible.
Una pequeña licencia, que ha dado la posibilidad a la prensa de ver su colección sobre percha, eso sí, después del desfile y bajo la supervisión de una de las responsables de costura del taller de Varela. El diseñador no estaba.
Al son de la música electrónica que pinchó el DJ Cristian Varela, las modelos mostraron prendas lujosas de aire deportivo que recreaban el exceso y la opulencia de la década de los 80 creando una imagen sofisticada.
Aunque la propuesta es para la primavera-verano 2017, el diseñador exhibió estolas, boleros y chaquetones de visón y chinchilla, algunas escarchadas con cristal de Swarovski, piezas abrigadas que se codeaban con pantaloncitos cortos y vestidos mini en tonos blancos, azul zafiro, rojo rubí, verde esmeralda o negro azabache.
Los pantalones de chándal y estampado de camuflaje vuelven a las propuestas de Varela junto a cazadoras de cuero metalizadas, faldas de volantes, “leggings” y chaquetas de sastre en distintos largos para combinar con piezas superminis.
Lentejuela, el abalorio que se consolida
Lentejuelas, flecos de cadenas con abalorios, cristales de colores, tachuelas doradas e hilos de metal se encaraman en propuestas que nacen minimalistas y se desarrollan barrocas hasta conseguir un estilismo que declina el “menos es más”.
Filosofía que abanderaron los vestidos de noche, ideados para lucir en alfombras rojas que aprecia y valoran un impresionante trabajo artesanal más que el diseño.
Los accesorios refuerzan esta idea de riqueza visual en carteras de mano, cinturones en piel metalizada en oro, plata o plomo, así como sandalias realzadas con una flor de cristal.
Misterioso, en un “total look” negro, como si fuera Karl Lagerfeld, con gafas de sol oscuras y enfundado en un ajustado traje de chaqueta con destellos brillantes, salió a saludar al termino del desfile, únicos segundos en los que se pudo ver al creador. EFE