Cómo el clima y la cultura influyen en tu estilo

La moda está íntimamente ligada a la cultura y al entorno en el que vivimos. En España, donde la vida social se desarrolla mayoritariamente en la calle, las mujeres buscan proyectar una imagen de calidad, lujo y sofisticación. Así lo explica Paloma Díaz Soloaga, profesora de Intangibles y Moda de la Universidad Complutense de Madrid. En contraste, las mujeres nórdicas, más individualistas, priorizan la calidad y la autenticidad de las prendas y las marcas.

Diferencias entre el norte y el sur

Más al norte de Europa, los colores se apagan y los cortes de la ropa se vuelven más relajados. “Cuanto más al norte, más se despega la silueta del cuerpo”, comenta Díaz Soloaga. Los tejidos se tornan fluidos, las formas arquitectónicas y los colores se combinan de manera más armónica. Influencers como Anouk Yve, Amalie Moosgaard y Emelie Lindmark lideran el minimalismo sartorial en plataformas como Instagram y Pinterest, acumulando seguidores con sus estilismos en blanco, gris y marrón.

En el sur, la moda es más vibrante y expresiva. Españolas y portuguesas como Vicky Montanari, Blanca Miró y Mafalda Patricio juegan con volúmenes, colores y estampados. Patricia Sañes, periodista barcelonesa, utiliza la moda como una carta de presentación visual para su personalidad ecléctica y expansiva. Para ella, el volumen y el color son sinónimos de vida y diversión. La estilista portuguesa Mafalda Patricio, siempre fotografiada entre flecos y estampados, también expresa su identidad a través de combinaciones audaces.

La influencia del clima y la cultura

La profesora Tytti Tuomi, de la Universidad Aalto en Helsinki, señala en su tesis que en los países nórdicos la personalidad se diluye en lugar de exaltarse. Esto se refleja en la moda con una preferencia por la homogeneidad y la sobriedad. Beatriz Valdivia, estilista, también destaca cómo la ubicación geográfica y el clima impactan en la forma de vestir. Por ejemplo, en el sur de España, el clima cálido permite explorar telas ligeras y colores llamativos, mientras que en el norte, el mar gris y la falta de luz influyen en una moda más sobria y privada.

Patricia Sañes coincide en que la vida en los países nórdicos es más reservada y se desarrolla en interiores, lo que se refleja en los tejidos y estilos de ropa. En contraste, en el sur, la moda es una expresión de alegría y libertad, permitiendo a las mujeres explorar telas ligeras y colores vibrantes durante todo el año.

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