La misoginia en las redes sociales y la industria de la moda

El reciente anuncio de la salida de Virginie Viard como directora creativa de Chanel ha puesto de manifiesto un problema persistente en la industria de la moda: la misoginia. Viard, quien asumió el cargo tras la muerte de Karl Lagerfeld, ha enfrentado críticas constantes y, en muchos casos, infundadas en redes sociales.

Viard ha trabajado en Chanel durante más de tres décadas y ha sido solo la tercera directora creativa en la historia de la marca, después de Lagerfeld y Gabrielle “Coco” Chanel. A pesar del éxito económico bajo su dirección, con un crecimiento del 16% y ganancias de 19.7 mil millones de dólares el año pasado, su gestión ha sido objeto de ataques en línea. Estas críticas no parecen estar relacionadas con su desempeño, sino más bien con un sesgo misógino latente en la industria.

La persistencia de las críticas misóginas

Las críticas a Viard en las redes sociales han sido especialmente duras, con muchos usuarios celebrando su salida. A lo largo de su mandato, Viard ha introducido códigos más juveniles y frescos en Chanel, manteniendo la elegancia que caracteriza a la marca. Sin embargo, estas innovaciones no han sido suficientes para silenciar a sus detractores.

La situación de Viard no es única. Maria Grazia Chiuri en Dior, Nadège Vanhee-Cybulski en Hermès, Clare Waight Keller en Givenchy y Sarah Burton en Alexander McQueen han enfrentado críticas similares. La misoginia parece estar presente en la lista de nombres propuestos para reemplazar a Viard, compuesta exclusivamente por hombres blancos, como Hedi Slimane, Pierpaolo Piccioli, John Galliano y Marc Jacobs.

Un problema estructural en la moda

La misoginia en la moda no solo afecta a las mujeres en puestos de liderazgo, sino también a la percepción del valor de sus creaciones. Phoebe Philo, con su marca homónima, ha sido criticada por los precios de sus prendas, a pesar de que están en línea con otras marcas de lujo diseñadas por hombres. Lo mismo ocurre con Chemena Kamali en Chloé, cuya colección debut también ha sido atacada por su precio.

La falta de mujeres en roles creativos principales en la moda de lujo agrava este problema. Además de Viard, solo unas pocas mujeres ocupan estos puestos, como Grazia Chiuri, Vanhee-Cybulski y Kamali. Las demás, como Miuccia Prada, Stella McCartney, Rei Kawakubo, Simone Rocha, Donatella Versace y las hermanas Olsen, poseen y operan sus propias marcas. En Kering, todos los directores creativos más prominentes son hombres blancos.

El papel de las redes sociales

Las redes sociales han amplificado la misoginia en la moda, convirtiéndose en un espacio donde las críticas pueden ser especialmente crueles. Aunque hay diseñadoras que son universalmente admiradas en línea, muchas mujeres de mediana edad enfrentan un trato despectivo, siendo consideradas prescindibles o desactualizadas. Este tipo de discriminación, que combina misoginia y discriminación por edad, es un problema que se infiltra en muchas industrias, no solo en la moda.

Es crucial que la industria de la moda y sus seguidores sean conscientes de esta dinámica y trabajen activamente para desafiarla. Las mujeres merecen ser celebradas por sus logros y contribuciones, no denigradas por críticos en línea. En un momento en el que deberíamos estar reconociendo la carrera de figuras importantes como Virginie Viard, es inaceptable que las críticas infundadas dominen la conversación. La moda, como industria que existe en gran parte para servir a las mujeres, debe ser un espacio libre de misoginia y discriminación.

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