Vence al ‘Síndrome del Ocio’ Estas Vacaciones
En una sociedad que idolatra la productividad y menosprecia la pereza, aprender a descansar se ha convertido en todo un arte. En 2024, esta obsesión por estar siempre ocupados ha llevado a muchas personas a experimentar ansiedad durante sus vacaciones, un fenómeno conocido como el ‘síndrome del ocio’.
El ‘Síndrome del Ocio’ y la Dificultad para Desconectar
Según Bárbara Tovar, psicóloga experta en ansiedad y estrés, muchas personas creen que desconectar se logra simplemente dejando de trabajar. Sin embargo, educar a nuestra mente para detenerse y estar presente requiere práctica. Sin esta habilidad, nuestras mentes siguen aferradas a preocupaciones y tareas pendientes, buscando cualquier estímulo para mantenerse ocupadas. Este fenómeno se conoce como el ‘síndrome del ocio’.
«Descansar implica más que dejar de trabajar; educar a nuestra mente para estar en el presente y dejar de lado las responsabilidades es un entrenamiento», explica Tovar. «Imaginemos que vamos en una bicicleta pedaleando a gran velocidad. Cuando dejamos de pedalear, los pedales siguen girando rápidamente por un tiempo. Lo mismo sucede con nuestras mentes acostumbradas a un ritmo acelerado. Detenerse abruptamente es difícil, y esto es lo que ocurre con el síndrome del ocio».
Actividades como no programar el despertador, relajarse en la playa o disfrutar de un hotel pueden convertirse en fuentes de ansiedad, malestar e incluso síntomas físicos. Las exigencias de la sociedad actual, centrada en el rendimiento y la optimización del tiempo, son las culpables. Una mente relajada es una mente sana, pero cuando estamos acostumbrados a la multitarea y la exigencia constante, disfrutar del tiempo libre se vuelve complicado.
Aprovechar el Aburrimiento y Desacelerar
Vivimos en una sociedad enfocada en la productividad y la eficacia, y estamos sobreestimulados y poco acostumbrados a estar solos sin hacer nada. Esta sobreestimulación puede ser perjudicial a largo plazo, ya que nunca nos satisface completamente. Debemos aprender que no hacer nada es, de hecho, hacer algo. Practicar la paz mental, realizar actividades fuera de nuestra rutina diaria y generar hábitos que incluyan tiempo libre durante todo el año son esenciales. También es crucial dejar la tecnología de lado.
«Somos criaturas de hábitos y tendemos a automatizar procesos para ahorrar energía», señala Tovar. «Cuando nos habituamos a estar inmersos en listas interminables de tareas, desactivar este modo se hace difícil. La inercia lleva a nuestra mente a buscar en qué ocuparse y mantener la misma energía a la que está acostumbrada. Es importante cómo nos relacionamos con nuestro día a día, enfocándonos no solo en el qué, sino en el cómo abordamos nuestras responsabilidades. Si cultivamos una actitud más conectada con nuestra respiración y un ritmo más amable, aprovecharemos mejor nuestros tiempos de descanso».
La Clave del Autocuidado y el Descanso Efectivo
Para evitar la frustración durante las vacaciones, es fundamental cambiar el chip y dejar las exigencias del trabajo atrás. La preocupación puede ser una herramienta útil si se usa correctamente. «La preocupación es la antesala de la ocupación», dice Tovar. «Aconsejo a mis pacientes que cuando llegue ese puente, ya lo cruzarán. Perder tiempo en la antesala de la preocupación no tiene sentido. En lugar de eso, usa la preocupación para planificar, pero no para rumiar obsesivamente».
Tomarse el tiempo para sentarse con papel y boli y elaborar un plan puede ayudar a manejar las preocupaciones sin permitir que dominen nuestro tiempo libre. Aprender a preocuparnos de manera efectiva nos permitirá disfrutar de nuestras vacaciones y del tiempo libre sin interrupciones o rumiaciones mentales.