Cómo elegir los mejores colores para otoño e invierno
Con la llegada del clima frío, adaptar nuestro estilo y colores a las estaciones de otoño e invierno se vuelve esencial. La colorimetría, ciencia que estudia cómo los colores afectan nuestra apariencia, sugiere tonos específicos según nuestros rasgos naturales. Uno de los enfoques más útiles es la «Teoría de las 4 Estaciones», que clasifica a las personas en función de sus características físicas para determinar los colores que mejor les favorecen. Para los meses de otoño e invierno, esta teoría ofrece paletas de colores que destacan y armonizan con los rasgos de cada persona.
Colorimetría de Otoño: Tonos cálidos y terrosos
Las personas con colorimetría de otoño suelen tener una piel dorada o melocotón, ojos en tonos cálidos como ámbar o marrón, y cabellos con matices cobrizos o castaños. Esta combinación de rasgos se beneficia de colores cálidos y terrosos, que resaltan la calidez y luminosidad natural.
Los colores ideales para quienes tienen colorimetría de otoño incluyen tonos tierra como el marrón, beige y camel, además de rojos profundos como carmesí o granate y verdes cálidos como el oliva o el khaki. Los metales dorados o cobrizos también realzan sus facciones, aportando armonía y sofisticación. Estos tonos no solo resaltan los rasgos de las personas otoño, sino que además evocan los colores característicos de esta temporada, creando un estilo acogedor y vibrante.
Sin embargo, es mejor evitar los tonos pastel o demasiado suaves, ya que estos colores pueden opacar los matices cálidos y hacer que el look pierda impacto. La clave para las personas con colorimetría de otoño es elegir colores intensos y cálidos que aporten vitalidad y profundidad, haciendo que el estilo se vea natural y equilibrado.
Colorimetría de Invierno: Tonos fríos e intensos
Las mujeres con colorimetría de invierno tienen rasgos que evocan la frialdad de esta estación: pieles claras y frías con subtonos rosados, ojos oscuros e intensos como el azul o marrón profundo, y cabellos en tonos oscuros como negro azabache o rubios ceniza. Esta combinación se beneficia de colores fríos y saturados, que resaltan la elegancia y sofisticación natural de sus características.
Los colores recomendados para la colorimetría de invierno son oscuros y fríos, como el negro, el azul marino, el verde esmeralda y los tonos metálicos en plata. Los morados profundos y los rojos con subtonos fríos, como el borgoña, también son perfectos para realzar sus facciones. Estos colores no solo complementan los rasgos de invierno, sino que también proyectan una imagen de fuerza y elegancia, ideal para los días fríos.
Por otro lado, es preferible evitar los tonos cálidos y apagados, como el naranja o los marrones claros, ya que pueden hacer que la piel se vea apagada. Optar por colores intensos y contrastantes permite a las personas con colorimetría de invierno resaltar su apariencia fría y sofisticada.
Maquillaje y Estilo de Cabello según la Colorimetría
Si quieres adaptar tu colorimetría al maquillaje y al cabello, los principios son similares. Para las personas con colorimetría de otoño, los tonos cálidos y dorados en el maquillaje, como sombras tierra y polvos bronceadores, son ideales. En el cabello, tonos castaños, cobrizos y rojizos ayudan a complementar sus características naturales.
Por otro lado, quienes tienen colorimetría de invierno lucen mejor con tonos fríos en el maquillaje. Sombras en tonos azules, delineados en negro y labiales rojos fríos resaltan su elegancia natural. Los tonos de cabello oscuros como el negro o rubios ceniza armonizan con su paleta fría y complementan perfectamente su estilo.