Chanel celebra 110 años con una colección vibrante
Las luces del Grand Palais se encendieron para recibir una de las colecciones más esperadas de la Semana de la Alta Costura. Chanel, fiel a su legado, presentó su propuesta primavera-verano 2025 en un desfile que fue mucho más que una simple pasarela. Conmemorando 110 años de historia, la maison ofreció una visión fresca y vibrante de sus códigos clásicos, recordando que la elegancia está en la evolución y no en la repetición.
Mini prendas para una nueva era
Si algo destacó en esta colección fue la reinvención de las proporciones. Las minifaldas, los vestidos cortos de tweed y las bermudas reinventadas dominaron la pasarela, dando un aire juvenil y moderno a los clásicos de la casa. Lejos de perder su esencia, la maison logró fusionar el savoir-faire tradicional con una estética más contemporánea.
En tonos frambuesa, verde agua y amarillo mantequilla, los trajes de dos piezas se actualizaron con cortes más atrevidos y detalles sutiles, como la botonadura lateral y las blusas con lazos pussy bow. La moda de Chanel siempre ha jugado con el equilibrio entre lo clásico y lo innovador, y esta vez no fue la excepción.
Un desfile de color y contrastes
Para quienes aún asocian a Chanel con el blanco, negro y beige, esta colección fue una sorpresa. La paleta de tonos pastel se adueñó de la pasarela con vestidos etéreos en azul suave, lila y salmón, construidos en capas de tul y plumas. Esta elección cromática no solo refrescó la propuesta, sino que también reforzó la idea de que la feminidad se expresa de muchas maneras.
El contraste llegó con un detalle inesperado: el cinturón negro, presente en casi todos los looks. Este accesorio se convirtió en el hilo conductor de la colección, marcando la silueta con elegancia y sofisticación. Desde los vestidos de noche hasta los conjuntos de tweed, cada prenda encontró en este complemento una declaración de estilo, con hebillas doradas que añadieron el toque final.
Chanel sigue mirando al futuro
La colección primavera-verano 2025 no solo celebró el pasado, sino que también dejó claro que Chanel sigue evolucionando. Con prendas que desafían los códigos preestablecidos y una propuesta que respira modernidad, la maison reafirmó su lugar en la alta costura. En un mundo donde la moda se mueve a un ritmo vertiginoso, Chanel demuestra que el secreto de la elegancia es saber reinventarse sin perder la esencia.