¿Estamos perdiendo nuestra identidad en la moda actual?

En un panorama dominado por las redes sociales y la inmediatez, la moda parece estar atrapada en un ciclo de saturación constante. La rapidez con la que emergen y desaparecen tendencias está provocando una sensación conocida como fashion burnout, o hartazgo de la moda, un fenómeno que nos lleva a preguntarnos: ¿estamos perdiendo nuestra identidad estilística? En un momento donde parece que todos vestimos igual, la moda enfrenta un desafío crucial.

Las microtendencias y la uniformidad estilística

En los últimos años, hemos sido testigos del auge de las microtendencias, pequeñas olas estilísticas que ganan popularidad casi de la noche a la mañana gracias a plataformas como TikTok o Instagram. Estilos como el coquette, que dominó los primeros meses de 2024 con lazos y detalles románticos, son un claro ejemplo de cómo estas tendencias pueden surgir y desaparecer con la misma rapidez.

Bianca Fuentes, estilista y fundadora de Estilismo Consciente, asegura que estas modas efímeras están desdibujando el propósito original de la moda. “El estilo personal siempre requiere reflexión y tiempo, algo que va en contra de la inmediatez actual”, señala. Este frenético ritmo puede llevarnos a adoptar modas que no necesariamente reflejan quiénes somos, sino que responden al impulso de pertenecer a un grupo o ser parte de la conversación digital del momento.

Más ropa, menos identidad

A pesar de contar con armarios más llenos que nunca, parece que las opciones para expresarnos se han reducido. Este fenómeno, que también afecta a la diversidad en las grandes ciudades, donde las mismas tiendas y marcas dominan el paisaje urbano, se refleja en nuestra forma de vestir. Según Domingo Delgado, psicólogo clínico y experto en coaching de imagen, el estilo personal “es una forma de expresión individual que va más allá de la ropa y los accesorios”. Sin embargo, con tantas opciones dictadas por las microtendencias, esa expresión se diluye en la búsqueda de aceptación y pertenencia.

El papel del autoconocimiento en la moda

La solución para evitar el fashion burnout podría estar en redescubrirnos a través de la moda. Delgado asegura que el autoconocimiento es esencial: “No es posible saber cómo expresarte si no sabes lo que llevas dentro”. Según él, el estilo personal no debe ser rígido, sino flexible y capaz de evolucionar con nuestras circunstancias y experiencias.

Para Fuentes, el proceso también implica cuestionar nuestras decisiones de compra. “Consumir mejor requiere tiempo y conciencia. Es mucho más fácil copiar a otros que ya cuentan con aprobación, pero esto lleva a un vacío estilístico”, explica. Adoptar un enfoque más pausado y consciente en la moda nos permite elegir piezas que realmente resuenen con nuestra identidad, más allá de su popularidad temporal.

La moda como herramienta de expresión auténtica

El verdadero poder de la moda radica en su capacidad para reflejar quiénes somos. Abrazar lo que nos hace únicos, en lugar de sucumbir a las presiones de las tendencias, es un acto de resistencia frente a la homogenización estilística. Según Delgado, crear un estilo personal auténtico implica “dejar de depender de las tendencias como normas rígidas, buscar tribus con valores profundos y cultivar una vida con propósito”.

Este enfoque no solo fortalece nuestra relación con la moda, sino que también nos ayuda a proyectar una imagen más inspiradora y genuina. Si bien las tendencias seguirán existiendo como una fuente de inspiración, debemos aprender a seleccionarlas de manera crítica, integrándolas en un armario que refleje nuestra esencia y no solo el dictado del momento.

Un nuevo comienzo para un estilo propio

Con la llegada de un nuevo año, es el momento perfecto para repensar nuestra relación con la moda. Construir un estilo personal no se trata de acumular piezas, sino de elegir aquellas que cuentan una historia, que nos representan y que, sobre todo, nos hacen sentir bien. Al hacerlo, no solo evitamos el agotamiento de las modas pasajeras, sino que también damos paso a una forma de vestir más significativa y sostenible.