Cuando la moda escucha a nuestra niña interior
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Hay un punto en la vida en el que dejamos de lado los peluches, las muñecas y los juguetes, convenciéndonos de que han quedado atrás. Sin embargo, la moda, siempre atenta a nuestras emociones, ha decidido que es momento de recuperarlos. Desde pasarelas hasta accesorios de lujo, la industria ha encontrado en la nostalgia infantil una nueva manera de conectar con el público. ¿Qué tienen estos objetos que nos hacen volver una y otra vez a ellos? Y, sobre todo, ¿por qué están marcando tendencia ahora?
Moda y nostalgia la infancia convertida en lujo
Las prendas y accesorios inspirados en los juguetes no son algo nuevo, pero su regreso a la moda de lujo ha sido impactante. Coach, en su desfile de primavera-verano 2025, apostó por zapatillas con orejas de conejo y peluches colgando de los bolsos, logrando que la pasarela se sintiera más como un parque de juegos que como un evento de alta moda. Por su parte, Bottega Veneta llevó el concepto aún más lejos, reemplazando las sillas del ‘front row’ por gigantescos sillones con forma de animales, evocando la icónica escena de E.T., donde el extraterrestre se oculta entre los juguetes.
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Detrás de estas propuestas hay algo más que una simple estética caprichosa. En tiempos de incertidumbre, la moda se convierte en refugio, y pocas cosas evocan más seguridad que los objetos de la infancia. Las grandes firmas han sabido capitalizar este deseo de reconexión con el pasado, transformando símbolos de ternura en artículos de lujo. Lo que antes era un simple peluche ahora es una declaración de estilo.
El valor de los recuerdos entre lo sentimental y lo comercial
El apego a los objetos de la infancia no es solo emocional, también es un fenómeno comercial en auge. Los juguetes antiguos han adquirido un estatus de reliquia, y el mercado de coleccionistas ha disparado su valor. Un Beanie Baby edición especial de la princesa Diana se vende en eBay por más de 800.000 euros, y los Jellycats, populares en los años 90, se han convertido en objetos de culto entre los nostálgicos de la moda.
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Este fenómeno demuestra que el deseo de volver a la infancia no es pasajero. Las marcas han tomado nota, incorporando referencias lúdicas en sus diseños y apostando por piezas que apelan directamente al niño interior. Más allá de un simple ‘gimmick’ de temporada, la tendencia parece estar cimentando su lugar en la moda contemporánea, recordándonos que crecer no significa dejar atrás lo que una vez nos hizo felices.
La moda como un juego nuevas reglas para la autoexpresión
Si algo deja claro esta tendencia es que la moda sigue siendo, en esencia, un juego. No hay reglas fijas, y lo que antes se consideraba infantil ahora es una forma válida de autoexpresión. Diseñadores como Simone Rocha y Valentino han explorado este terreno, combinando elementos lúdicos con siluetas elegantes, demostrando que el pasado y el presente pueden coexistir en el armario.
Más allá de la industria del lujo, este fenómeno también ha llegado a la moda urbana. Los bolsos en forma de peluche, las sudaderas con estampados de dibujos animados y los accesorios con formas de juguetes han conquistado el street style, confirmando que lo infantil no es sinónimo de inmadurez, sino de una nueva forma de entender el estilo.
La moda no deja de recordarnos que vestirse es contar una historia. Y, si ahora elegimos contarla con un poco más de fantasía, tal vez sea porque, en el fondo, nunca dejamos de ser niños.