Las colecciones que están redefiniendo la moda en Milán Fashion Week

El espectáculo de la moda milanesa continúa revelando las claves del diseño contemporáneo. Entre la reinvención de materiales clásicos, la exploración de nuevas siluetas y el rescate de la artesanía, esta edición ha demostrado que el equilibrio entre lo tradicional y lo vanguardista sigue definiendo el rumbo de la industria. Las colecciones más recientes han apostado por el lujo funcional, la ironía en el vestir y una exploración más profunda de la feminidad en todas sus formas.

Tod’s y Moschino visiones opuestas con el mismo impacto

La casa italiana Tod’s reafirmó su identidad con una propuesta basada en la precisión de la sastrería y la excelencia en los materiales. El cuero, elemento icónico de la marca, protagonizó abrigos de siluetas estructuradas y trajes de corte impecable. La paleta de colores neutros se enriqueció con acentos en escarlata y azul profundo, que aportaron frescura a una colección marcada por la elegancia atemporal.

Moschino, en cambio, transformó la pasarela en un escenario de sátira y provocación. Volúmenes exagerados, colores vibrantes y estampados gráficos fueron el vehículo para una colección que jugó con los códigos del vestir y los llevó al límite de lo absurdo. La marca demostró, una vez más, que la ironía es una herramienta poderosa para cuestionar las normas establecidas en la moda.

Versace y la reafirmación de su estética poderosa

La firma de Donatella Versace no dejó espacio para la discreción. Su colección se construyó sobre una base de sensualidad, dramatismo y detalles que realzan la silueta. Vestidos ceñidos, transparencias estratégicas y abrigos de hombros marcados fueron los protagonistas de la propuesta.

El negro y el rojo dominaron la paleta de colores, resaltando la intensidad de cada diseño. Las texturas se combinaron en un juego de contrastes: cuero, telas satinadas y bordados dorados se entrelazaron para crear una imagen de poder y sofisticación. Los accesorios oversize y los tacones de vértigo reforzaron la idea de una mujer imponente, que no teme destacar con cada paso.

El cierre del desfile dejó claro que Versace sigue siendo una de las casas más influyentes en la moda contemporánea. La colección no solo consolidó su identidad visual, sino que también marcó el camino para futuras reinterpretaciones de la feminidad en la moda.

Giorgio Armani y la sofisticación sin esfuerzo

La pasarela de Giorgio Armani volvió a ser un reflejo de la elegancia atemporal que define la casa italiana. La colección Otoño-Invierno 2025/2026 se alejó de las estridencias para enfocarse en siluetas fluidas, tejidos nobles y una sofisticación sin esfuerzo. Los pantalones holgados y los abrigos de corte suelto dominaron la propuesta, otorgando libertad de movimiento sin perder la estructura clásica que caracteriza a la firma. Las chaquetas deconstruidas, sin hombreras ni forros, reafirmaron el ADN de Armani, apostando por una masculinidad relajada pero refinada. Complementos como bufandas de nudos despreocupados y sombreros de terciopelo aportaron un aire bohemio a los estilismos.

En cuanto a la paleta cromática, el desfile se movió en tonos invernales de gris, beige y marrón, con acentos estratégicos en rojo rubí, verde esmeralda y azul real. La selección de materiales elevó la propuesta con el uso de seda, lana, cachemir, terciopelo y cuero, creando un balance entre lujo y confort. Una vez más, Giorgio Armani demostró que la modernidad no está reñida con la tradición y que su visión de la moda sigue vigente, apostando por una elegancia que no necesita excesos para imponerse.

Ferrari y Bally el lujo rediseñado para la actualidad

Ferrari continúa con su evolución en el universo de la moda, llevando a la pasarela una colección donde la precisión técnica y la estética automovilística se fusionaron con el diseño de alta gama. Las prendas presentaron cortes aerodinámicos, chaquetas estructuradas y materiales innovadores que evocaron la velocidad y la excelencia mecánica. El rojo Ferrari fue el protagonista indiscutible, acompañado de tonos metálicos y negros profundos que reforzaron la identidad visual de la marca.

Por otro lado, Bally apostó por un enfoque más minimalista y sofisticado. La firma suiza presentó una colección donde la calidad de los materiales fue el centro de atención. Los abrigos de lana, los trajes monocromáticos y los detalles en piel reflejaron la herencia de la casa en la confección de lujo. Con una propuesta de líneas limpias y cortes precisos, Bally demostró que la elegancia no necesita artificios.

Ferragamo y Ermanno Scervino dos interpretaciones de la feminidad

Maximilian Davis llevó a Ferragamo hacia una exploración de la sastrería oversize y las proporciones exageradas. La colección apostó por un lujo relajado, con abrigos voluminosos, trajes de estructura fluida y tejidos que aportaron textura y profundidad. Los tonos tierra y verdes profundos marcaron la paleta cromática, aportando una sensación de calidez y sofisticación.

Por su parte, Ermanno Scervino presentó una colección donde la feminidad etérea fue el eje central. Encajes, tejidos delicados y cortes románticos se combinaron en diseños que evocaron ligereza y refinamiento. La superposición de capas y la combinación de blanco, beige y tonos pastel reforzaron la estética delicada y atemporal de la propuesta.

Dolce & Gabbana y Laura Biagiotti el regreso de los clásicos

Dolce & Gabbana continuó explorando la opulencia y la sensualidad con una colección donde la corsetería, las transparencias y los encajes fueron los protagonistas. Cada prenda realzó la figura femenina con detalles en terciopelo, seda y bordados dorados. El negro dominó la pasarela, acompañado de toques en rojo carmesí y dorado, reafirmando la estética barroca de la casa.

Laura Biagiotti, en cambio, apostó por una colección que evocó la serenidad y la sofisticación. Los tejidos suaves y los cortes clásicos marcaron una propuesta donde la feminidad se expresó a través de la elegancia discreta. La paleta neutra, con tonos suaves y terrosos, aportó una sensación de armonía y refinamiento.

Ángela María Calderón comenzó su camino en el periodismo en el año 2006, guiada por su pasión por la moda y su deseo de darle un enfoque inclusivo. Desde el inicio de su carrera, ha trabajado incansablemente por mostrar cómo el estilo puede ser una herramienta para reflejar la diversidad y luchar contra las normas tradicionales. En 2011, fundó Buscando en el Armario, una revista digital que busca unir la moda con el contexto social, político y cultural, convirtiéndola en un referente para quienes ven el vestuario como algo más que una simple elección estética. Su trayectoria en el periodismo ha sido una mezcla de su amor por la moda y un firme compromiso con la inclusión. Ángela ha usado su plataforma para resaltar historias de aquellos que a menudo quedan fuera de las grandes conversaciones, mostrando que la moda es un lenguaje poderoso con el que todos pueden expresarse.

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