Las redes sociales no dejan de inventar nuevas formas de “cuidarse” la piel, pero no todas las tendencias virales nacen con el aval de la ciencia. Una de las más llamativas del momento aparece cada mañana en nuestros feeds. En estos, alguien se deshace de una coreografía de mascarillas, cintas, parches y rulos que ha llevado durante toda la noche. Esa escena tiene nombre y se llama morning shed. Una tendencia que mezcla skincare, performance y aspiraciones de piel perfecta, pero que plantea serias dudas entre especialistas. Y aquí es donde nos preguntamos: ¿qué estamos haciendo realmente cuando nos dormimos con la cara envuelta en todo eso? Esta rutina de morning shed skincare está captando la atención de muchos.

No se trata solo de lo incómodo que pueda parecer dormir con media farmacia facial sobre el rostro. También se trata de entender si esa combinación de productos y dispositivos realmente aporta beneficios o si más bien podría estar causando daño. Y no es solo una sospecha. Médicos y dermatólogos ya han hablado del tema, y no son pocos los que alzan la voz para poner en pausa el entusiasmo estético por el morning shed skincare.
La promesa de una piel perfecta al despertar
La idea de despertar con la piel como de revista no es nueva, pero el morning shed lleva el concepto al extremo. La tendencia consiste en cubrirse la cara con múltiples capas de productos: parches para las ojeras, cintas que “reafirman” las mejillas, boquillas para respirar por la nariz, férulas nocturnas y mascarillas que prometen dejar la piel radiante. Todo esto se retira ante la cámara, revelando un rostro que busca mostrarse más firme, descansado y luminoso. Sin embargo, el morning shed skincare puede ser contraproducente.

A primera vista puede parecer una práctica inofensiva e incluso lúdica. Sin embargo, según expertos como el doctor Michael Somji, cirujano cosmético y cofundador de DrMediSpa, la mayoría de estos dispositivos no tienen respaldo científico. Algunas cintas prometen frenar la flacidez, pero carecen de estudios que prueben su efectividad. La dermatóloga Andrea Dray lanza una advertencia clara. Dormir con la boca tapada puede provocar hipoxia, un estado de oxigenación insuficiente que no solo afecta la piel, sino también al cuerpo en general. En definitiva, este tipo de morning shed skincare no siempre es lo mejor para la piel.
Más show que resultado
Lo que en pantalla se ve espectacular puede no tener el mismo efecto bajo el microscopio. Muchos de los productos usados en el morning shed tapan los poros y crean un entorno de humedad prolongada. A largo plazo, esto puede generar brotes, irritaciones y hasta daños en la barrera cutánea. Dormir con mascarillas oclusivas, especialmente si se combinan con activos como el retinol, puede desencadenar reacciones adversas como sequedad extrema o sensibilidad. En resumen, hay que tener cuidado con el morning shed skincare.

Desde el punto de vista del cuidado dermatológico, no se trata de aplicar más productos ni de sumarse a cada nueva moda. El equilibrio y la constancia siguen siendo la base de una piel sana. El farmacéutico Eduardo Senante lo resume de forma clara. Una doble limpieza, antioxidantes en el día y retinol por la noche hacen mucho más que todas las cintas y parches del mundo para un adecuado morning shed skincare.
Belleza sin excesos
El problema del morning shed no es solo lo que promete, sino lo que representa: la idea de que para estar bien hay que hacer de todo. Dormir con múltiples accesorios puede alterar el descanso, interferir con la regeneración celular y generar más ansiedad que resultados. ¿Vale la pena todo ese esfuerzo si tu piel al día siguiente está más estresada que tú?
Aquí la invitación es a volver a lo básico. A priorizar una rutina sencilla, respetuosa con tu piel y tus tiempos. A dejar de convertir el cuidado facial en un espectáculo que se graba para gustar. Y, sobre todo, a desconfiar de las soluciones mágicas que no tienen evidencia detrás. En lugar de seguir el morning shed, opta por una rutina de cuidados más simple.
La piel no necesita tanto. Necesita constancia, descanso, ingredientes eficaces y, por qué no, una mirada más compasiva. El verdadero glow no se consigue con una docena de parches sino con hábitos que te hagan bien a ti y no solo a tu imagen en el espejo. Así que tal vez es mejor decir adiós al morning shed skincare.