
Las luces de París iluminaban un escenario donde la moda volvió a ser el lenguaje de quienes desafían lo establecido. El primer día de la Semana de la Moda de París 2025 no fue solo un desfile de tendencias, sino un espacio donde las siluetas, los tejidos y la puesta en escena hablaron de una industria en constante evolución. Desde la experimentación conceptual hasta la provocación irreverente, la jornada inaugural dejó claro que la moda sigue reinventándose sin pedir permiso.
El futuro de la moda con IFM Master of Arts
La Semana de la Moda comenzó con una mirada al futuro. IFM Master of Arts, la plataforma que impulsa a nuevos diseñadores, presentó una colección que fusionó innovación, técnica y una visión crítica de la moda contemporánea. Los graduados de este año no temieron jugar con formas volumétricas, tejidos experimentales y una estética que desafió la tradición.
Cada diseño contó una historia distinta, desde la exploración de materiales reciclados hasta la deconstrucción de la sastrería clásica. Con un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la funcionalidad, esta generación dejó claro que la moda no solo debe ser bella, sino también significativa.
Kimhekim deconstruye el lujo con irreverencia
Si algo caracteriza a Kimhekim, es su manera de desmantelar los códigos del lujo y reconstruirlos en nuevas narrativas. Su presentación, entre lo absurdo y lo sofisticado, reimaginó prendas clásicas con volúmenes desmesurados y siluetas desafiantes.
Las camisas, con cuellos exagerados, y las faldas con cortes inesperados rompieron con la estética convencional. Entre prendas oversized y detalles experimentales, la colección pareció lanzar una pregunta al espectador: ¿qué define realmente la elegancia?
Weinsanto convierte la pasarela en espectáculo
Con un despliegue teatral digno de un cabaret parisino, Weinsanto transformó su desfile en una celebración del exceso y la teatralidad. Inspirado en la ópera y la excentricidad de la moda de los años 80, el diseñador presentó piezas que abrazaron el drama con estructuras voluminosas y una energía vibrante.
Vestidos estructurados, telas brillantes y una paleta cromática explosiva marcaron la propuesta, demostrando que la moda no siempre debe ser discreta. En tiempos donde la sobriedad domina, Weinsanto nos recordó que vestirse sigue siendo un acto de autoexpresión sin límites.
CFCL apuesta por la moda tecnológica y responsable
En contraposición a la teatralidad, CFCL llevó la moda a un terreno más conceptual y sostenible. Su desfile presentó prendas confeccionadas en 3D y materiales reciclados, demostrando que la innovación puede ir de la mano con la responsabilidad ambiental.
Con una estética minimalista, la colección jugó con formas geométricas y tejidos inteligentes que se adaptaban al cuerpo con fluidez. Fue un recordatorio de que la moda no solo debe responder a tendencias, sino también a la necesidad de un futuro más consciente.
Vaquera desafía las normas y reivindica la rebeldía
El cierre del día quedó en manos de Vaquera, la marca que ha convertido la irreverencia en su sello distintivo. Con una colección que evocó el espíritu punk y la moda DIY, la firma neoyorquina apostó por chaquetas oversized, estampados caóticos y un aire de anarquía estilística.


Más que un desfile, fue un grito de independencia. En tiempos de hipercontrol y perfección digital, Vaquera propuso una vuelta al caos, a la ropa como declaración de intenciones y a la moda sin miedo a la imperfección.
Un primer día que deja huella
El primer día de la Semana de la Moda de París 2025 fue una muestra de contrastes. Desde la experimentación de IFM Master of Arts hasta la provocación de Vaquera, pasando por la elegancia disruptiva de Kimhekim, la teatralidad de Weinsanto y la sostenibilidad de CFCL, cada diseñador aportó una visión única.
París ha hablado, y la moda, una vez más, nos re