La casa Rabanne volvió a desafiar los límites entre el pasado y el futuro en su presentación Otoño/Invierno 2025-2026 en la Semana de la Moda de París. Bajo la dirección creativa de Julien Dossena, la firma exploró su herencia clásica y la reimaginó con un enfoque contemporáneo. Rabanne con sus diseños logro capturar la atención de todos.


Siluetas estructuradas, materiales metálicos y un juego de volúmenes marcaron el pulso de una colección donde la modernidad se fusionó con la nostalgia. La pasarela se convirtió en un laboratorio de innovación donde cada pieza reafirmó la esencia vanguardista de la casa de moda.
Volumen y estructura en clave Rabanne
Uno de los elementos más impactantes de la colección fue el uso de abrigos de gran tamaño. Con hombros amplios y cortes angulares, estas piezas transmitieron una sensación de fuerza y estabilidad. La piel sintética y los tejidos acolchados añadieron textura y dramatismo a los looks, convirtiendo cada prenda en una declaración de poder. Julien Dossena sorprendió con cada detalle del desfile.


Los vestidos no se quedaron atrás. Rabanne apostó por siluetas ceñidas que contrastaban con capas superpuestas y detalles de inspiración armadura. La firma reafirmó su dominio en la combinación de materiales rígidos y fluidos, un sello que ha definido su estética a lo largo de los años.
Metales, destellos y una estética futurista
El brillo fue protagonista absoluto en la pasarela. Colores metálicos y materiales brillantes como mallas de aluminio y tejidos laminados capturaron la luz con cada movimiento. Dossena logró mantener la esencia vanguardista de la marca, reinterpretando los códigos futuristas con un aire refinado.


Los tonos plateados y dorados dominaron la paleta, pero también hubo espacio para acentos en negro profundo y azul eléctrico. La mezcla de texturas que contó con tejidos holográficos hasta acabados tornasolados, los cuales añadieron dinamismo y profundidad a cada look.
Rabanne y su legado en evolución
Si bien la colección abrazó la innovación, también rindió homenaje a los estilos clásicos de la marca. Tales como las cadenas y las construcciones modulares, se vieron reinventados en vestidos fluidos y prendas de inspiración armadura. Rabanne no solo miró hacia adelante, sino que reafirmó su identidad en cada detalle.


Julien Dossena sigue demostrando que la esencia de la firma puede evolucionar sin perder su ADN. Con esta colección, Rabanne reafirma su lugar como una de las casas que continúan redefiniendo el lujo moderno con una estética audaz y vanguardista. El desfile de Rabanne en la Semana de la Moda de París sigue resonando entre los amantes de la moda.