En la moda, a veces lo más nuevo es lo que ya conocíamos. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo esta temporada con los bolsos de macramé y crochet. Desde las pasarelas hasta las calles, esta tendencia regresa con fuerza, pero no lo hace sola. Trae consigo una historia de manos tejedoras, de recuerdos compartidos y de un deseo creciente por vestir con intención.
Esta primavera, las fibras naturales, los colores tierra y los tejidos a mano se convierten en protagonistas de un relato que se escribe entre tradición y estilo. Más que un simple accesorio, cada bolso tejido es una declaración de afecto por lo hecho con tiempo, por lo que perdura, por lo que tiene alma.
De la pasarela al recuerdo
Lo artesanal ha dejado de ser exclusivo del turismo de mercado para convertirse en un símbolo de pertenencia y sofisticación. Firmas como Prada han reinterpretado el crochet en clave de lujo, con bolsos tipo tote que evocan tardes de verano y memorias de playa, pero que ahora caminan también por las aceras de la ciudad.


El macramé, con sus trenzados más marcados y estructuras geométricas, aporta ese toque bohemio que tanto se anhela cuando se busca autenticidad. Y si bien estas piezas evocan épocas pasadas, su lenguaje visual es profundamente contemporáneo: hablan de sostenibilidad, de diseño consciente, de una estética que no necesita gritar para ser vista.
Una moda que escucha y se adapta
Estos bolsos no solo embellecen; también acompañan. Son versátiles, cómodos, ligeros y, sobre todo, coherentes con una moda que ya no se impone desde la vitrina, sino que se construye desde la experiencia. En redes como Pinterest o TikTok, se multiplican las ideas de cómo llevarlos: con vestidos vaporosos, jeans de silueta relajada o incluso con blazers estructurados para contrastar texturas.


El crochet y el macramé nos recuerdan que vestirnos también puede ser una forma de conectar con lo ancestral, de valorar lo hecho a mano y de apoyar economías circulares. Más que una tendencia, son una forma de volver al origen con estilo.
Preguntas que surgen del tejido
Porque combinan moda, nostalgia y sostenibilidad. Su estética ligera y artesanal encaja perfectamente con el espíritu de la primavera.
Con prendas de inspiración minimalista, básicos atemporales o siluetas relajadas. El truco está en contrastar lo rústico con lo pulido.
Sí, especialmente si eliges piezas bien elaboradas que puedes usar año tras año. Son accesorios versátiles y con una historia que contar.
Un hilo que conecta pasado y presente
Volver a lo tejido no es solo un guiño estético, es una elección ética, una postura frente al consumo acelerado y una celebración de la creatividad manual. Los bolsos de macramé y crochet son, hoy más que nunca, ese hilo silencioso que conecta la moda con la memoria. Si quieres descubrir más sobre accesorios que cuentan historias, visita nuestra sección Accesorios.