Moda sostenible y étnica de raíces colombianas
La moda colombina exhibe sus raíces culturales con prendas ecológicas
Con sus raíces culturales por bandera, las diseñadoras colombianas Cecilia Benedetti,Adriana Santacruz y Carolina Sepúlveda han presentado en la Embajada de Colombia en España sus respectivas colecciones confeccionadas con materiales ecológicos y manos artesanas.
“Es la primera vez que estas diseñadoras, pioneras de moda étnica colombiana, presentan sus creaciones en España”, dijo la esposa del embajador de Colombia en Madrid, Diana Serpa de Carrillo, quien asegura que “a través de la moda también se muestran la cultura y las raíces de Colombia”.
La diseñadora cartagenera María Cecilia Benedetti, quien da vida a la marca Pitahaya Swimsuits, confecciona ropa de baño y lencería sostenible basada en la manufactura de molas artesanales, realizadas por mujeres de las comunidades indígenas Kuna en Necoclí en el Urabá antiqueño.
“Las molas son textiles cosidos en paneles de múltiples capas de diferentes colores con diseños y cortes étnicos”, explica la diseñadora.
Cada mola es una pieza única, en la que cada mujer plasma “libremente la flora y la fauna de su región o la visión del mundo, así como poemas y costumbres provenientes de la mitología y simbología de esta comunidad”, dice.
Benedetti, que lleva más de diez años ocupada y preocupada por el desarrollo de la cultura indígena de su país, el próximo mes de junio en la sede de las Naciones Unidas, será galardonada con el premio “Women Together”.
“Estoy muy orgullosa de este premio, es un reconocimiento a mi compromiso con el desarrollo sostenible”, revela.
Con su firma Pitahaya Swimsuits, que está presente en tiendas exclusivas como Barneys en Nueva York y varias tiendas especializadas en Estados Unidos y México, propone una colección de baño en la que esta temporada prima el naranja, el plata, el fucsia y el gris, tonos que realza con vistosas molas a modo de cenefas y simpáticos peces.
Trajes de baño que combina con simpáticas alpargatas con pompones de lana de múltiples colores y sombrero wayúu, accesorio adornado con cintas de palma de iraca y colores extraídos de la naturaleza.
Adriana Santacruz ha construido su firma gracias al empeño que ha puesto en rescatar uno de los oficios más ancestrales de la humanidad, el tejido en telar, elaborado por la comunidad de los indios de los pastos.
“Me he empeñado en recuperar esta tradición e introducirla en el mundo contemporáneo, es una moda con espíritu, además de sostenible”, explica Santacruz, diseñadora que ha sabido fusionar el saber popular y el saber científico.
“Las mujeres indias de los pastos trabajan con un telar vertical indígena precolombino”, asegura Santacruz, quien se ocupa de realizar diseños con patrones desestructurados para “preservar el alma de la tela”.
Piezas únicas de diferentes colores configuran una colección con mucha personalidad. “Cada prenda está compuesta por varias tiras de tela con flores y cenefas que dibujado en un cuaderno y que luego esta artesanas con su sabiduría traducen en el telar”, explica Santacruz.
Los tejidos con tinte natural son la columna vertebral de la colección de Carolina Sepúlveda, creadora que se esconde tras la marca “Aldea”.
“Solo trabajo con tejidos naturales como algodón cien por cien, seda o lino teñidos con tintes ecológicos extraídos del café o la espinaca”, cuenta Sepúlveda.
Esta firma nace con el compromiso “de progresar y enaltecer la moda latinoamericana y colombiana”, expresa Sepúlveda que se ha involucrado en oficios ancestrales con diferentes técnicas y conceptos que promueven el valor del origen y su relación con lo natural.
En su última colección “Tabaquería” ha experimentado con la fibra del papel hasta crear un tejido en el que se puede dibujar, pintar y luego borrar. “Si se desea, cada día se puede lucir un estampado”, concluye.
Por: CARMEN MARTÍN
Agencia EFE
“Es la primera vez que estas diseñadoras, pioneras de moda étnica colombiana, presentan sus creaciones en España”, dijo la esposa del embajador de Colombia en Madrid, Diana Serpa de Carrillo, quien asegura que “a través de la moda también se muestran la cultura y las raíces de Colombia”.
La diseñadora cartagenera María Cecilia Benedetti, quien da vida a la marca Pitahaya Swimsuits, confecciona ropa de baño y lencería sostenible basada en la manufactura de molas artesanales, realizadas por mujeres de las comunidades indígenas Kuna en Necoclí en el Urabá antiqueño.
“Las molas son textiles cosidos en paneles de múltiples capas de diferentes colores con diseños y cortes étnicos”, explica la diseñadora.
Cada mola es una pieza única, en la que cada mujer plasma “libremente la flora y la fauna de su región o la visión del mundo, así como poemas y costumbres provenientes de la mitología y simbología de esta comunidad”, dice.
Benedetti, que lleva más de diez años ocupada y preocupada por el desarrollo de la cultura indígena de su país, el próximo mes de junio en la sede de las Naciones Unidas, será galardonada con el premio “Women Together”.
“Estoy muy orgullosa de este premio, es un reconocimiento a mi compromiso con el desarrollo sostenible”, revela.
Con su firma Pitahaya Swimsuits, que está presente en tiendas exclusivas como Barneys en Nueva York y varias tiendas especializadas en Estados Unidos y México, propone una colección de baño en la que esta temporada prima el naranja, el plata, el fucsia y el gris, tonos que realza con vistosas molas a modo de cenefas y simpáticos peces.
Trajes de baño que combina con simpáticas alpargatas con pompones de lana de múltiples colores y sombrero wayúu, accesorio adornado con cintas de palma de iraca y colores extraídos de la naturaleza.
Adriana Santacruz ha construido su firma gracias al empeño que ha puesto en rescatar uno de los oficios más ancestrales de la humanidad, el tejido en telar, elaborado por la comunidad de los indios de los pastos.
“Me he empeñado en recuperar esta tradición e introducirla en el mundo contemporáneo, es una moda con espíritu, además de sostenible”, explica Santacruz, diseñadora que ha sabido fusionar el saber popular y el saber científico.
“Las mujeres indias de los pastos trabajan con un telar vertical indígena precolombino”, asegura Santacruz, quien se ocupa de realizar diseños con patrones desestructurados para “preservar el alma de la tela”.
Piezas únicas de diferentes colores configuran una colección con mucha personalidad. “Cada prenda está compuesta por varias tiras de tela con flores y cenefas que dibujado en un cuaderno y que luego esta artesanas con su sabiduría traducen en el telar”, explica Santacruz.
Los tejidos con tinte natural son la columna vertebral de la colección de Carolina Sepúlveda, creadora que se esconde tras la marca “Aldea”.
“Solo trabajo con tejidos naturales como algodón cien por cien, seda o lino teñidos con tintes ecológicos extraídos del café o la espinaca”, cuenta Sepúlveda.
Esta firma nace con el compromiso “de progresar y enaltecer la moda latinoamericana y colombiana”, expresa Sepúlveda que se ha involucrado en oficios ancestrales con diferentes técnicas y conceptos que promueven el valor del origen y su relación con lo natural.
En su última colección “Tabaquería” ha experimentado con la fibra del papel hasta crear un tejido en el que se puede dibujar, pintar y luego borrar. “Si se desea, cada día se puede lucir un estampado”, concluye.
Por: CARMEN MARTÍN
Agencia EFE